Hemorroides y cirugía ¿puedo evitarla?

Cirugía hemorroides

Los síntomas de las hemorroides pueden controlarse sin cirugía en la mayoría de las ocasiones. Pero es importante saber cuando tienes que consultar con el especialista.

¿Qué son las hemorroides?

Las Hemorroides son paquetes vasculares (dilataciones venosas) localizadas en la zona más baja del recto-ano. Tienen una función específica en los mecanismos de continencia. 

Según su localización anatómica en relación con la línea dentada (línea que divide la zona cutánea y mucosa del ano), se pueden dividir en: 

  • externas: cuando se localizan por debajo de la línea dentada.
  • internas: cuando se localizan por encima de la línea dentada. 
  • mixtas: las localizadas tanto por encima como por debajo de esta línea.

En función de su tamaño, en las hemorroides internas pueden diferenciarse 4 grados (G):

  • G1: las hemorroides son completamente internas. 
  • G2: salen a través del ano con la deposición y se reintroducen solas.
  • G3: salen a través del ano con la deposición y hay que ayudar a reintroducirlas.
  • G4: salen a través del ano y siempre se encuentran en el exterior.

Típicamente las hemorroides que necesitarán cirugía son las de grado 3 y 4.

¿Que sintomatología generan?

Las hemorroides no suelen generar problemas en edades tempranas de la vida. Sin embargo, se calcula que hasta un 80% de las personas mayores de 50 años presentan síntomas asociados en la región perianal. Estas molestias son en ocasiones tan intensas que muchos de estos pacientes necesitarán cirugía de sus hemorroides.

Los síntomas más típicos que generan son: 

  • prurito o picor
  • rectorragia o sangrado
  • prolapso o salida de paquetes hemorroidales a través del ano
  • dolor con hinchazón hemorroidal o crisis hemorroidal
  • trombosis hemorroidal

¿Cómo se pueden evitar los problemas generados por las hemorroides?

Lo más importante es evitar el estreñimiento. Es aconsejable mantener un ritmo intestinal de al menos una deposición cada 24-48 horas. Además es importante que esta deposición no se realice con esfuerzo. Tanto el estreñimiento como el esfuerzo con la defecación pueden generar un empeoramiento del cuadro hemorroidal. Para evitar estos problemas es recomendable:

  • una dieta rica en líquidos y fibra: es aconsejable una alta ingesta de frutas, vegetales, cereales y productos integrales. 
  • suplementos de farmacia que contienen fibra, o semillas de lino, que favorecen una mayor rapidez del tránsito
  • los laxantes osmóticos tipo duphalac o movicol pueden ayudarnos en momentos puntuales. Sin embargo no es recomendable tomarlos durante largos periodos de tiempo, ya que puedan generar un efecto rebote y producir un mayor estreñimiento con su retirada.

En el caso de crisis hemorroidales o dolor asociado, puede ser beneficioso la realización de baños de asiento. Éstos baños de asiento consisten en la introducción de la región anal en agua templada, sin jabones, cremas, ni antisépticos, durante al menos 10 o 15 minutos. Se deberá realizar al menos dos o tres veces al día, y cada vez que se realice deposición. En caso de estar fuera de casa, se recomienda la utilización de toallitas húmedas en lugar de papel higiénico. 

Existen numerosas cremas en las farmacias con anestésicos tópicos y corticoides, que pueden mejorar de forma puntual la sintomatología (picor, dolor) de las hemorroides. Su utilización se recomienda únicamente de forma puntual, y no más allá de 5-7 días ya que pueden producir atrofia de la zona anal y sobreinfecciones. 

Hemorroides y cirugía ¿Cuándo se operan?

La mayoría de pacientes con sintomatología secundaria a las hemorroides pueden tratarse de forma conservadora. Se indica la cirugía en los casos de hemorroides que:

  • tengan un mal control sintomático
  • exista un sangrado hemorroidal que produzca anemización al paciente. 
  • hemorroides de gran tamaño, grado 3-4

¿Qué opciones de tratamiento quirúrgico tenemos?

En función del tamaño, localización y número de paquetes hemorroidales, se puede ofrecer al paciente las siguientes técnicas: 

  • banding o ligadura hemorroidal: técnica que puede realizarse en consulta y de forma ambulatoria. Consiste en la colocación de una banda en la base de la hemorroide para “estrangular” su flujo sanguíneo. Está indicada únicamente en hemorroides grado 2-3.
  • desarterialización hemorroidal transanal: consiste en localizar con eco-doppler, en quirófano, la arteria que nutre al paquete hemorroidal para posteriormente suturarla. De esta forma evitamos extirpar las hemorroides por cirugía y la anatomía del canal anal no se ve alterada.
  • Hemorroidectomía: es la extirpación quirúrgica de las hemorroides. Es la técnica que asegura mejores resultados a medio-largo plazo. Está indicada en casos avanzados, como las hemorroides grado 3 y 4. Esta técnica se puede realizar de forma tradicional mediante bisturí eléctrico o mediante la utilización de láser quirúrgico. El LÁSER aporta grandes beneficios ya que reduce en un alto grado el dolor postoperatorio durante los primeros días. Facilita igualmente una recuperación más rápida del paciente y una reincorporación más precoz a su actividad diaria habitual. 

¡¡Gracias por leernos!!

** A pesar de estos consejos, es siempre recomendable consultar con tu especialista. Si tienes alguna consulta, podemos ayudarte aquí

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